El yoga y los niños

Cada vez son más los niños y niñas que viven en un mundo que corre de prisa: muchas clases, padres ocupados, videojuegos, actividades extraescolares, centros comerciales y deportes competitivos. A veces no nos paramos a pensar en la estresante influencia que todo ello puede procurar a nuestros niños, ya que puede serlo. De hecho, el ritmo ajetreado de la vida actual puede tener un profundo efecto sobre su más innata alegría, que tanta pureza nos transmite: vida, libertad, pasión…
El yoga es una herramienta perfecta que puede ayudar a contrarrestar estas presiones. Cuando los niños aprenden técnicas de auto-sanación (self-health), relajación y satisfacción interior, podrán superar los desafíos de su vida cotidiana con un poco más de paz y fluidez, como es lo común y natural en todos ellos. Practicar yoga a una edad temprana fomenta su autoestima así como el conocimiento de su propio cuerpo, al tiempo que desarrollan una actividad física no-competitiva y muy saludable. Fomenta la cooperación y la compasión, en lugar de la oposición: es un gran regalo para a nuestros hijos, del que podrán valerse para toda la vida.
Los niños obtienen enormes beneficios del yoga. Físicamente, mejora su flexibilidad, fuerza, coordinación y conciencia corporal. También su concentración, el sentido de la calma y la relajación. Al practicar yoga, se ejercitan, juegan y se conectan más profundamente con su ser interior, desarrollando una relación íntima con el mundo natural que les rodea.
Cuando los yoguis desarrollaron las asanas o posturas de yoga, muchos miles de años atrás, todavía vivían en la naturaleza y utilizaban los animales y plantas como fuente de inspiración: el aguijón de un escorpión, la gracia de un cisne, el crecimiento de un árbol, etc. Cuando los niños imitan los movimientos y sonidos de la naturaleza, tienen la oportunidad de entrar en otro mundo e imaginar las cualidades naturales de otros seres. En la postura del león (Simhasana), por ejemplo, no experimentan sólo el poder y el comportamiento del león, sino también su propia sensación de fuerza interior. Los movimientos físicos introducen a los niños al verdadero significado del yoga: la unión, la expresión y honor de uno mismo como parte de una delicada red de vida.
El yoga para los niños ofrece muchas posibilidades de intercambiar sabiduría, compartir buenos momentos y sentar las bases para una práctica de por vida y en la cual poder seguir profundizando. Estas clases son un poco diferentes a la de los adultos, las clases se desarrollan entre todos, en un proceso de co-creación; utilizamos las asanas del yoga como un trampolín para la exploración de muchas otras facultades y capacidades particulares (a menudo desconocidas) y que cada uno de ellos, al igual que todos nosotros, poseen. Desde el área de los animales y su comportamiento, a instrumentos de música y juegos, cuentos e historias mitológicas, dibujos, etc. Las clases se enfocan desde un punto de vista interdisciplinario, destinadas a un aprendizaje vital completo. Todos juntos tejemos historias con nuestros cuerpos y mentes.
Así pues, ¡el yoga y los niños son una combinación perfecta!
¿Qué nos enseña el yoga?
El yoga nos aporta muchas cosas positivas, no sólo a los adultos, sino a todas las edades, repasemos cuáles son algunos de sus conocimientos y beneficios…
- Nos enseña mucho acerca de nuestros cuerpos y sus capacidades: por medio de los asanas, aprendemos cómo movernos más libremente y con mayor conciencia. Nuestros cuerpos se vuelven más fuertes y flexibles.
- Respirar mejor: cuando respiramos profunda y completamente (pranayama) y nos volvemos más conscientes, logrando paz y energía.
- El yoga nos enseña cómo utilizar nuestra energía de manera más efectiva: cuando practicamos yoga, aprendemos cómo utilizar la energía de fuerza vital en nuestro cuerpo (llamado prana) a sentirse más relajado, centrado, o motivado.
- Aquietar la mente: cuando practicamos yoga, aprendemos cómo ser todavía. Esto nos ayuda a escuchar con atención y tomar buenas decisiones.
- El equilibrio: cuando practicamos yoga, aprendemos a ser más conscientes de la necesidad de un equilibrio en nuestras vidas. Esto podría significar la igualdad de estiramiento en los lados izquierdo y derecho de nuestro cuerpo o asegurarse equilibramos nuestro tiempo muy ocupado con tiempo tranquilo igual y relajación.
- Ser conscientes de nuestros cuerpos.
- El yoga nos enseña sobre el cuidado de nosotros mismos.
El yoga es una gran manera de mover nuestro cuerpo y sentirse saludable. Y enseñar a los niños cómo cuidar de sí mismos es una manera de mostrarles amor. La belleza del yoga es que los niños pueden practicar solos, con un amigo o con un grupo.
Las organizaciones profesionales que se centran en los niños también apoyan la idea detrás de yoga. Por ejemplo, la Academia Americana de Pediatría (AAP) y la Asociación Nacional de la Educación para Niños Pequeños (NAEYC) recomiendan que los niños deben participar en actividades que favorezcan el desarrollo integral del niño…
Aitor
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Kaixo muy interesante artículo, yo personalmente creo que sería interesante que incluso en la ikastola ya se empezara a practicar yoga, desde luego que mal no nos iba a venir 😉